miércoles, 9 de enero de 2008

El Santo Prepucio (IV)


El Santo Prepucio (I) / El Santo Prepucio (II)
/ El Santo Prepucio (III)
Nuestra búsqueda llega a un punto fundamental, en que las revelaciones sobre el Santo Prepucio son espectaculares.

Y es que la fuente de las que provienen tiene una fiabilidad contrastada, ya que se trata de Santa Catalina de Siena, una venerable Madre que ha sido galardonada con el título de Doctora de la Iglesia.

Leamos cuatro líneas de su biografía, que nos permitirán dar el justo valor a sus revelaciones.

Catalina (1347 – 1380) es una de las únicas tres Doctoras de la iglesia, aun cuando era analfabeta. Entre otros méritos se cuenta el haber sido una precursora avant la lettre de la anorexia y la bulimia, lo que junto con otras loables (desde el punto de vista cristiano) prácticas la trajo a la presencia del Señor a los 33 años.

Y es que en su santidad llegó a insertarse trozos de madera en el cuello para poder vomitar tras la comida, se flagelaba tres veces al día hasta sangrar o , en los últimos días de su vida, se alimentaba únicamente con agua y (perdón) hostias benditas. Y esto por hablar sólo de los suplicios menores que se autoinflingia.

Todo esto resultaba agradable al Señor, y, ni que decir tiene, a la Santa Madre Iglesia, que además puede presumir de haber sido precursora en la promoción de los desórdenes alimentarios, lo que sin duda es otra más de sus aportaciones a nuestro way of life.

Y he aquí que el día de Carnaval de 1367 la pobre Catalina tuvo una inesperada visita.

Dejaremos que nos lo expliquen en Corazones.org, una devota web que os recomendamos :

Un día jueves después de que Catalina había orado todo el día con extraordinaria fe, Nuestro Señor se le apareció y le dijo: "Ya que por amor a Mi has renunciado a todos los gozos terrenales y deseas gozarte solo en Mi, he resuelto solemnemente celebrar Mi esposorio contigo y tomarte como mi esposa en la fe".

Mientras el Señor hablaba, aparecieron muchos ángeles, su Santísima Madre, San Juan, San Pablo y Sto. Domingo (ella era de su orden). Y mientras el Rey David tocaba una dulce música en su arpa, nuestra amorosa Madre tomó la mano de Catalina y la puso en la mano de su Hijo. Entonces Jesús, puso un anillo de oro en el dedo de Catalina, y dijo: "Yo, tu creador y Salvador, te acepto como esposa


Ahora bien... ¿Realmente se trataba de un anillo de oro?

Quien transcribió la visión fué Raimundo de Capua, general de los Dominicos, que fue su confesor, y una persona de no demasiado fiar por cuanto en alguna ocasión había dicho que las visiones de la moza eran "increíbles e incluso ridículas".

Pues bien: el anillo no estaba hecho del vil metal, sino de un material muy diferente. Lo sabemos porque Catalina afirmó, en repetidas ocasiones, qué el anillo era, en realidad...el pequeño trozo de cuero de Jesucristo que había sido guardado tras su circuncisión: ¡El Santo Prepucio!.

No dejaremos pasar la ocasión de alabar este concepto cristiano de la familia: una joven que se autoinflinge torturas, que se casa con un difunto y que usa como anillo de bodas una parte de su pene. Intentaremos seguir su ejemplo, pero puede que sea difícil.

Ni que decir tiene que la imagen que ilustra este puesto recoge el singular momento, como el amable lector podrá comprobar si se acerca a un par de milímetros del monitor.

Por cierto que aquí nos parece intuir un affaire de poligamia, porque otras monjas, entre ellas por cierto Santa Teresa de Ávila, reclamaron también haber sido tomadas por esposas por el tal Jesucristo. Podría ser, ya que a la vista de una imagen de esta última el pudor nos impide hacer ningún comentario. Ni que decir tiene que el equipo de investigación de este Monasterio ha puesto el tema en conocimiento de la policía.

Como hemos dicho la Iglesia consideró extremadamente sensacionales estas revelaciones, y ejemplar su vida, hasta el punto de hacerla Santa, patrona de Italia y copatrona de Europa, con Santa Brígida, de la cual hemos hablado en el post anterior.

Como una madre agradecida, además, dispuso su descuartizamiento tras su muerte. El cuerpo se encuentra en la iglesia de Minerva, en Roma, donde se puede visitar. La cabeza se halla en Siena, en la iglesia de Santo Domenico, para goce de pequeños y grandes, y tiene un pie a la turística Venecia.

En cuanto al dedo, se encuentra en el museo de Siena. Durante años los más devotos han asegurado que eran capaces de distinguir el prepucio. Probadlo vosotros !

Nosotros, por parte nuestra, también quisiéramos hacer ofrenda de nuestro propio dedo a la Santa Institución eclesial que ha propiciado modelos de vida tan felices y deseables, los ha elevado al altar para emulación de las fieles, y ha aumentado la devoción mediante el descuartizamiento de cadáveres y la exposición de los despojos.

¡Amén!

Próximo capítulo : Un asunto lingüístico

2 comentarios:

Heli dijo...

Hola, muy entretenido :) pero hay que separar las etiquetas con comas. Asin: prepucio, iglesia, patata, etc

Jo dijo...

Gracias heli! ;-)